Estudios críticos sobre la obra de Fina Warschaver

A partir del fallecimiento de Fina Warschaver, en julio de 1989, comenzó un lento proceso de revalorización de su obra.

Pocas semanas después, el suplemento literario del diario Nuevo Sur, editado por Oscar Taffetani, le dedicó la nota central con fragmentos de los textos en los que venía trabajando.

En 1995: Claudia Bernazza, “Una inteligencia en libertad. Fina Warschaver y la escritura femenina en el mundo de los hombres”, La Prensa, Buenos Aires, 5-3-1995.

El primer abordaje sistemático de su obra apareció en la Historia Crítica de la Literatura Argentina, Tomo 11, dirigida por Noé Jitrik, en el trabajo de Elsa Drucaroff: “Warschaver: palabras para un tiempo no escrito”, Emecé Editores, 2000. Novelista, ensayista y docente universitaria, Elsa Drucaroff ha escrito otros trabajos sobre Fina y, por primera vez, ha incorporado el análisis de su obra en la carrera de Letras de la UBA.

En 2003, la revista virtual Everba, de crítica literaria (con sede en Berkeley, EEUU), editada por Fabián Banga, dedicó un número íntegro que reunía relatos, poemas y ensayos literarios, fragmentos de su Diario íntimo, cartas y documentos hasta entonces inéditos, un material fotográfico de gran riqueza histórica y artículos críticos (éditos e inéditos), de Elsa Drucaroff, Daniel Link, Oscar Taffetani y Lorena Cadish, muchos de los cuales han sido incluídos en esta sección.

Fabián Banga, editor en jefe de Everba, es profesor titular de Lengua y Literatura castellana en la Universidad Vista College, Berkeley. Escribía Banga en la presentación: “Escritora evidentemente desconocida inclusive para muchos lectores y estudiosos que conjugan el tema feminista y la literatura argentina, Fina Warschaver es una de las grandes olvidadas en las listas de estudio de la literatura argentina y latinoamericana. Mujer, feminista, judía y comunista quizás sean algunas de las razones por la cuales fue ignorada por la usual y discriminatoria mirada electiva propuesta por el patriarcado criollo. Pero en contraposición con este proyecto de descarte, sería aún más terrible justificar y releer a Fina desde esos cuatro atributos individuales. Porque más allá de lo que ella era en lo personal, era también escritora. Y desde esta realidad independiente de todo contexto, algo seguramente tiene que haber en su discurso que no negocia con la lectura canónica”. Ver: Everba